Jugaron con la música disco y las orquestaciones complicadas.
Fueron únicos e inolvidables.
May, Taylor, Mercury y Deacon. Los cuatro universitarios de Queen ( astrónomo, biólogo, diseñador gráfico y técnico electrónico) que cambiaron su nombre a fuego en dos décadas de puro rock.
LUCES, SHOW, MUSICA , COLORES.
Freddie Mercury, su micrófono característico, Roger Taylor, su potencia en los tambores.
En 1981 estuvieron en Buenos Aires y tuvieron que renovar sus pasaportes porque estaban vencidos. Estuvieron tres noches de ese verano en Velez. Lleno completo. Cero desorden. Los primeros recitales que una banda importante daba en nuestro país.
No era para decir en voz alta, más allá del amarillismo de algunos medios londinenses. Pero se sabía. Se intuía en esos últimos videos donde la cara demacrada de Fred Mercury no hacía juego con su notable voz. Finalmente, hizo su anuncio, el 23 de Noviembre del '91. Un día después moría. El SIDA ganaba otra batalla.
Su trono ( luces, humo, fuegos artificiales, balas de fogueo) por un instante entró en la Gran Oscuridad. Pero las puertas del Infierno (en su caso el silencio y el olvido) no prevalecieron. Porque su voz de tenor y el sonido de Queen pueden abrirse paso entre huracanes, tempestades y terremotos.
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